CINCO CONSEJOS TECNOLÓGICOS

 

Si eres de los que piensas que en tu empresa la tecnología sobra y que sigue siendo más efectiva la máquina de escribir, el bloc de notas y el lápiz, y el fax, por favor no sigas leyendo. Te lo pido por favor.SI estás leyendo esto es que crees que la tecnología, bien usada, es de gran ayuda en tú empresa, pero que hay tantas posibilidades y el mercado ofrece tanto que no sabes ni por dónde empezar.

Queremos darte algunas consejos sobre cosas que deberías evitar en tu empresa pra no equivocarte, o al menos minimizar el impacto.

  1. Disponer siempre de la última tecnología
    No siempre es buena idea tener el último móvil, el último sistema operativo recién salido del horno, o la última versión de mi aplicación favorita. Es verdad que cada vez los procesos de creación de software han mejorado y se establecen muchos más controles y validadores del buen funcionamiento, pero tampoco pasa nada por esperar un poco. Gracias a Internet podemos tener opiniones de todo el mundo sobre el último Windows y en pocos días conocer de primera mano las virtudes y defectos. Esto nos puede ayudar a medir el impacto que podría tener un cambio así en nuestra compañía.
  1. Los “de toda la vida” son los más seguros.
    Muchas veces hablando con clientes y proveedores escucho aquello de “es que estos llevan toda la vida haciendo eso”, y no quieren oir hablar de alternativas o nuevos proveedores. Sobre todo en lo que a operadores de telefonía se refiere. Hoy en día están naciendo compañías por todas partes del mundo, con productos muy buenos y con unas garantías de funcionamiento espectaculares. Simplemente hay que usar un poco de sentido común a la hora de elegir y buscar un poco de información para saber la trayectoria de dicha empresa, e informarse en artículos y blogs especializados
  1. Todos los usuarios de la empresa deben conocer toda la tecnología
    Cada usuario dispone en su ordenador de una media de 15 aplicaciones, de las cuáles sólo usará frecuentemente 3. De estas 3 aplicaciones sólo usará el 25% de las funciones. Y todo esto en el mejor de los casos. Cada usuario debe conocer sólo aquellas herramientas que vaya a usar. De nada sirve que un técnico tenga un conocimiento de las Tablas Dinámicas de Excel si quizás jamás analizará datos. O que una persona de administración sea un “crack” con Powerpoint si sólo lo abre para ver ficheros de tipo “cadena” con fotos de amaneceres. Cada usuario debe tener a su disposición las aplicaciones que usa. Las que necesita, y eso sí, tener una mínima formación para que le pueda sacar el máximo provecho y productividad.
  1. El software libre funciona igual
    Hoy en dia tenemos para una misma función infinidad de programas, de diferentes fabricantes, unas de pago y otras gratis. Con la ebullición de las aplicaciones para móviles esto se ha visto incrementado. SI buscamos un programa para gestionar nuestras Tareas tendremos más de 100 resultados. Los beneficios de una aplicación de pago, por lo general, son el poder tener una empresa de tras que nos dé soporte en los momentos que necesitemos ayuda. En el mundo del software libre, por normal general, el soporte lo ofrecen los usuarios de la comunidad, y si quieres soporte del fabricante entonces hay que pasar por cada. Yo no digo que siempre haya que pagar pero para las aplicaciones importantes para tú negocio no te la juegues porque los problemas siempre aparecen en el momento más inoportuno. En ese momento requieres de una empresa que te ayude a salir del problema, y no esperar a poner un mensaje en un foro y esperar que alguien conteste
  1. Hay que estar 100% seguros
    La seguridad de nuestros datos hoy en día la podemos encontrar entre los tres primeros puestos de requisitos informáticos. Pero seguramente es el requisito más difícil de medir.La seguridad absoluta no existe, y cuánto más nos acercamos a ella, crece exponencialmente el coste y disminuye en igual proporción la facilidad y comodidad.En nuestra casa podemos tener 10 cerraduras en la puerta. Será complicado que un amigo de lo ajeno acceda, pero cada día estaremos unos 3 minutos para salir, y otros tantos para cerrar. ¿Vale la pena tanta seguridad? Depende. Depende de lo que queramos proteger.En el ámbito empresarial, podemos cifrar todos nuestros correos electrónicos para que nadie los pueda interceptar, pero ¿hay que cifrarlos todos? ¿Hasta el e-mail de buenos días que le envío a mi esposa? Seguramente no. En medidas de seguridad debemos disponer de elementos que protejan aquella información que es realmente importante, y sólo ahí poner el listón de la seguridad bien alto. En el resto, claro que hay que protegerlos, pero sin volvernos locos ni paranoicos. Sólo así podremos equilibrar la balanza Costes – Protección. Y no olvidemos jamás de disponer unas buenas copias de seguridad. Aquí es dónde no debemos escatimar ni un céntimo.

Fuente Documental: Nubiquo

 

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